No estás solo. Todos tenemos, o hemos tenido, miedo.
Casi cada día hay alguien que me escribe y me cuenta que tiene miedo. Como ejemplo, los comentarios sobre el miedo que he recibido en mi blog en los últimos días:
Siempre he soñado con ser escritora, siempre he tenido miedo de lanzarme a la piscina porque pienso que no voy a tener éxito
….flaqueo….siento que lo leo se parece a cuando me veo en el espejo! No me gusta nada! Jajjja, por ahí, digo, es miedo…
las historias originales las tengo todas regadas en cuadernos y se me resiste el armarlas, algo así como miedo.
A veces no son conscientes de que el miedo les está paralizando, otras sí, pero no siempre saben interpretar esos miedos. Creo que los bloqueos o los miedos son el síntoma de un problema. Como cuando alguien teme quedarse solo, por ejemplo, o a dormir con la luz apagada. No es la soledad lo que le da miedo, o la oscuridad, aunque le llamemos así. Ese miedo nos habla de algo más profundo, en este caso bastante evidente: miedo a que te pase algo, miedo a morir o a sufrir. ¿Verdad?
El miedo es bueno y necesario
Necesitamos sentir miedo para ser prudentes, por ejemplo.
El miedo te mantiene en alerta. Y es lo que te salva la vida en situaciones de peligro. Es lo que hace que la química y las conexiones nerviosas de nuestro cuerpo hagan su trabajo cuando es necesario. El miedo es lo que nos ayuda a sobrevivir. A sacar energía de donde parece que no hay nada. Gracias al miedo somos capaces de correr más, de tener todos nuestros sentidos rindiendo al 110% a la vez. El miedo nos ayuda a pensar con rapidez, a actuar con celeridad. Pero también puede bloquearnos. Hay que saber utilizar el miedo. Y hay que saber vencer esos temores que no nos impulsan sino que nos paralizan.
Seguir Leyendo: http://claratiscar.com/miedos-de-los-escritores/
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