google.com, pub-2019252038388215, DIRECT, f08c47fec0942fa0

martes, 19 de febrero de 2019

La mentalidad del buen escritor




Cuando empiezas a escribir una novela sueles tener muchas ideas claras: el argumento, los personajes y tal vez (te lo aconsejamos) hayas hecho un esquema previo. También tienes muchas ganas, te sobra la motivación. Por eso no empleas ni un segundo de tu tiempo en pensar si  tienes una buena mentalidad para escribir una novela.

Sin embargo, desarrollar una buena mentalidad para escribir una novela es fundamental. Porque escribir una novela es un trabajo duro al que vas a dedicar muchos meses, muchas horas, mucho esfuerzo.

En innumerables ocasiones detrás de una novela inacabada lo que hay no es falta de talento ni de una buena idea, sino falta de la mentalidad adecuada, falta de previsión.

No se prevé el tiempo, el desgaste, los posibles bloqueos, las dudas, el esfuerzo, el cansancio. No se prevé que el entusiasmo del principio acaba por ceder paso a una sensación de fracaso o de agotamiento que te llevará a aparcar tu novela o a dejarla inacabada por los siglos de los siglos.

Saber gestionar tu estado de ánimo durante el largo proceso de escritura de una novela es tan importante (incluso puede que más) como pensar bien tu protagonista o la línea argumental de tu historia.

Por desgracia es algo a lo que muchos escritores no prestan ninguna atención. Se lanzan a escribir como se lanzarían a un río, esperando que la corriente les arrastre hasta buen puerto. A menudo lo que sucede es que la corriente les ahoga o les deja varados en una orilla pedregosa. A buen puerto rara vez se llega por azar, así que no dejes tus asuntos en sus manos.

Para que no te pase, hoy te contamos algunos errores frecuentes y te damos algunos consejos para que mejores tu mentalidad para escribir una novela.

Primer error: no darle importancia a desarrollar una buena mentalidad para escribir una novela

¿Habías oído hablar alguna vez de que para escribir una novela hubiera que tener una mentalidad determinada?

Seguro que no, porque es algo a lo que rara vez se da importancia.

Nadie te ha hablado de la importancia de desarrollar una buena mentalidad para escribir una novela. Nadie te ha hablado del subibaja emocional que implica escribir una obra larga, pero es algo para lo que debes estar preparado.

Pasarás por etapas de subidón, en la que verás tu novela ya terminada y a ti firmando ejemplares en la Feria del Libro. Pasarás por etapas de bajón donde dudarás de todo, de tu historia, de tu talento y de ti mismo y solo sentirás deseos de abandonarlo todo.

Pasar por esos cambios de estado de ánimo es normal en un proceso tan exigente como escribir una novela. Un proceso que, además, dura en el tiempo.

Nuestro consejo: Mantente enfocado. Te recomendamos que desarrolles un esquema previo que te permita seguir escribiendo incluso en los malos momentos. Sigue adelante, si no llegas al final nunca sabrás si merecía la pena o no.

Segundo error: minusvalorar o desconocer la envergadura del trabajo

A la hora de desarrollar una adecuada mentalidad para escribir una novela es importante conocer la envergadura del trabajo al que te enfrentas.

Muchos escritores minusvaloran el trabajo  de escribir. «¿Escribir una novela? Muy fácil, es simplemente sentarse delante del ordenador y dejar actuar a los personajes. Tú solo tienes que ir copiando lo que ellos hacen.»

Otros prefieren no pensarlo: «Yo empiezo ya mismo y luego ya iré viendo.»

La realidad es que el verdadero motivo por el que muchos escritores prefieren no detenerse a planificar cómo abordarán el enorme trabajo que supone escribir una novela es porque temen que, si se paran a considerarlo, no lo harán. Se sentirán pequeños ante lo imponente de la tarea y abandonarán antes siquiera de haber empezado.

Nuestro consejo: Tienes que pensar en la escritura de una novela como en un proceso con varias fases y varias tareas que debes tener previstas desde el principio: planificación, documentación, escritura, revisión, etc. Y luego idear un sistema que te ayude a realizar ese proceso de la manera más sencilla y efectiva.

Si ya has escrito una novela antes, recuerda cómo abordaste el trabajo. Anota en un papel con qué problemas te encontraste y qué dificultades tuviste que superar. También qué cosas te resultaron sencillas o pudiste resolver con facilidad.

Si nunca has escrito una novela, puedes tratar de servirte de experiencias que hayan requerido de ti una planificación atenta. Tal vez has organizado un viaje largo al extranjero o has afrontado una mudanza.

De las dos formas vas a obtener experiencias válidas en cuanto a organización. Pero sobre todo de ambas maneras vas a recordarte a ti mismo que lo puedes hacer. Te has enfrentado antes a tareas grandes y complejas y has podido resolverlas, así que no hay nada que temer.

Ahora ya sabes que puedes hacerlo. Es solo cuestión de dar el primer paso.

Tercer error: parálisis por análisis

Has decidido seguir nuestro consejo y te has puesto a preparar un esquema previo para tu novela.

O tal vez estás en la fase de documentación, recabando información sobre la cría de caballos de pura sangre para la ambientación de tu historia.

O simplemente quieres aprender a escribir un poco mejor y quieres saber cómo desarrollar un argumento, estructurar una trama o las preguntas que debes hacerte para elegir el mejor narrador.

Cuidado, porque muchos escritores se quedan encallados en esta etapa.

Investigar es un trabajo laborioso, pero relativamente fácil. Por eso corres el riesgo de quedarte en la parte poco profunda de la piscina, allí donde te encuentras cómodo. Y al final acabas por dedicarte horas y horas a buscar cómo elaborar una ficha de personaje o escribir diálogos significativos en vez de estar escribiendo esos diálogos.

Te estás engañando a ti mismo. Finges que estás trabajando cuando en realidad estás posponiendo el momento de empezar a escribir.

Nuestro consejo: Ponte fechas límite. Una fecha límite para la cual debes haber terminado el trabajo de documentación. Una fecha límite en la cual debes tener acabado el esquema previo. Una fecha límite en la cual debes haber finalizado el primer capítulo, etc. De este modo tendrás la certeza de que estás trabajando y no fingiendo que trabajas.

Si crees que necesitas mejorar tu escritura, considera hacer un curso de escritura. Un curso de escritura reúne un montón de técnicas, recursos e información que te llevará tiempo recopilar brujuleando por internet. Casi siempre hacer un curso es la mejor opción para ahorrar tiempo cuando se quiere mejorar en algo.

Cuarto error: errar al diagnosticar tus problemas

Al escribir te vas enfrentas a problemas de distinta índole: falta de técnica, bloqueos, procrastinación, mala organización del tiempo…

Algunos de estos problemas son reales, muestran una carencia y deberás emplearte para solucionarla. Tal es el caso de la falta de técnica o la mala organización del tiempo.

Pero muchas veces los problemas a los que te enfrentas no tienen una base real y lo que hacen es camuflar un miedo. Así suele suceder con el bloqueo del escritor o la procrastinación.

Somos humanos y los retos nos asustan. Escribir una novela, incluso aunque sea el sueño de tu vida, es un reto. Y como tal te va a causar algún miedo.

Puedes tener miedo a dejar tu obra sin terminar. A no ser lo bastante bueno. A que la novela no guste. A no saber desarrollar la historia… La lista es infinita. Seguramente hay tantos miedos como escritores.

El miedo es la causa principal que se encuentra detrás de muchos fracasos. Y lo peor es que ni siquiera lo vemos. Como no nos gusta confesarnos que tenemos miedo, lo camuflamos bajo otros nombres. Ya hemos visto algunos: «Tengo que aprender más», «No sé lo bastante sobre el siglo XIX francés», «¿Para qué empezar a escribir, si nunca acabo nada?»

Nuestro consejo: analiza bien las causas de lo que te está impidiendo escribir. Muchas veces lo que sentimos es miedo, pero no queremos reconocerlo ante nosotros mismos. Sentir miedo es normal.

Quinto error: no aceptar el miedo

Aceptar el miedo es básico para tener una adecuada mentalidad para escribir una novela.

Claro que tienes miedo, porque estás haciendo algo grande. Estas escribiendo una novela que tal vez lleguen a leer miles de personas, una obra que te perdurará: tu legado.

Sí, sentir miedo es normal. De hecho, sentir miedo es bueno. Si no permites que te paralice, el miedo te indica que vas por buen camino.

Pero muchas veces nos negamos el permiso para sentirlo.

No queremos reconocer que tememos fracasar porque eso sería reconocer nuestra debilidad. No queremos reconocer que tal vez no somos tan buenos o que la historia no tiene fuerza.

Nuestro consejo: acepta tus miedos y reconcíliate con ellos. Tus miedos muchas veces te están advirtiendo de cosas. Párate a escuchar a tus miedos y actúa en consecuencia. Un miedo no debe detenerte, por el contrario, debe servirte para aprender y mejorar.

Ahora ya conoces la importancia de tener la adecuada mentalidad para escribir una novela. Préstale atención mientras escribes para ir trabajándola y mejorándola libro tras libro. Si tienes la mentalidad correcta escribir te resultará mucho más fácil.

Fuente: https://www.sinjania.com/mentalidad-para-escribir-una-novela

No hay comentarios: